El urbanismo y la arquitectura de los barrios antiguos de las ciudades suelen ser reconocidos
como de interés patrimonial ya que representan un valor cultural, pero también un valor económico
debido al turismo que generan tanto de afuera como de las mismas ciudades, en las que constituyen sus
áreas centrales comunes a todos, a las que se suele ir con frecuencia a visitarlas y disfrutar de sus
calles, plazas y parques, admirando sus edificaciones históricas. Es el caso de San Antonio en Cali con
su Parque del Acueducto y la icónica capilla de San Antonio en lo alto de la colina con el viejo barrio a
sus pies, el único que queda en la ciudad todavía con muchas casas de tradición colonial.
como de interés patrimonial ya que representan un valor cultural, pero también un valor económico
debido al turismo que generan tanto de afuera como de las mismas ciudades, en las que constituyen sus
áreas centrales comunes a todos, a las que se suele ir con frecuencia a visitarlas y disfrutar de sus
calles, plazas y parques, admirando sus edificaciones históricas. Es el caso de San Antonio en Cali con
su Parque del Acueducto y la icónica capilla de San Antonio en lo alto de la colina con el viejo barrio a
sus pies, el único que queda en la ciudad todavía con muchas casas de tradición colonial.
De ahí la importancia de conservar dichas casas por el valor que representan, pero no
únicamente para beneficio económico y cultural de la ciudad toda sino para sus propietarios, y más
para los que todavía viven en ellas, disfrutándolas; o los que las han alquilado para poner un negocio,
el que sería más rentable si se usa inteligentemente el valor agregado que puede adquirir gracias el
carácter patrimonial del barrio, sobre todo en el caso de los restaurantes y los hostales. Conservar es,
en este caso, mantener y cuidar de la permanencia e integridad del barrio en su conjunto: casa a casa,
calle a calle, conformando junto con otros barrios aledaños el Centro histórico de la ciudad.
Entonces, conservar a San Antonio principia por mantener su imagen tradicional de casas
generalmente de un solo piso, o recuperarla pues lamentablemente se ha ido perdiendo en las últimas
décadas. Se trata de sus fachadas blancas, encaladas, y sin zócalos, en las que predomina lo cerrado
sobre los vanos; y de sus rojas, inclinadas y bellas techumbres hacia la calle, rematando en aleros sobre
el andén. Pero tampoco se trata de “momificar” las casas pero sí de respetar su imagen cuando haya
que hacer modificaciones y solo si estas son necesarias, como por ejemplo hacer y destacar una
segunda entrada cuando hayan cambiado de uso para un restaurante o un hostal por ejemplo.
Pero además están sus característicos patios y solares; en estos últimos se pueden cultivar
rentables huertos caseros y hermosos vergeles que contribuyen a la arborización de la ciudad; y los
patios son forzosos para la iluminación y ventilación natural en este tipo de vivienda, y más, cuando se
las subdivide para hacer dos o más viviendas o al destinar parte de la misma a un local para arrendar.
Pero sobre todo los patios son para poder disfrutar algo de la naturaleza en medio de la ciudad: matas,
flores, árboles a los que viene pájaros, y la vista al cielo, el Sol y la Luna; por eso los patios son "declive por el cual se derrama el cielo en la casa" como poéticamente dijo Jorge Luis Borges.
En conclusión, tanto inquilinos como propietarios y autoridades municipales, tienen que abrir
los ojos y valorar a San Antonio en tanto cultura y economía. Es urgente actualizar las normas urbano
arquitectónicas del barrio, y hacerlo de acuerdo con la comunidad, y sobre todo hacerlas cumplir y no
improvisar un ingenuo “urbanismo táctico” que en el caso del anden demarcado en la calzada de la Cr.
6, dizque para el paso de coches de niños y sillas de ruedas, solo ha servido para que se estacione
motos y se ocupe con mesas y sillas, aunque afortunadamente ha logrado mermar el número de los que
insisten en estacionar en las calles en lugar de hacerlo en los parqueaderos que hay y luego caminar.
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