El conjunto de normas aplicables al Centro Histórico de Cali tiene un origen internacional (UNESCO) del que se deriva uno nacional (Ministerio de Cultura) y de este uno local (Subsecretaría de Patrimonio, Bibliotecas e Infraestructura). Normas que señalan la obligatoriedad de conservación del Patrimonio Cultural, incluyendo el inmueble, es decir el construido, respecto a los niveles de intervención en él y los usos del suelo permitidos. Siguiendo el ejemplo de los vecinos del Hospital de Cañaveralejo, obligar al Gobierno Municipal a controlar a tiempo que se respeten las normas al respecto, junto con las urbanas, arquitectónicas y constructivas, vigentes en toda la ciudad.
Por
eso es igualmente procedente informar simultáneamente a más ciudadanos, por
parte de estudiosos del tema, de la importancia cultural, social y económica de
conservar dicho patrimonio, en tanto que no sólo afecta a todos los habitantes
del Centro Histórico sino también a los del Centro Ampliado y en últimas a
todos los de Cali y su área metropolitana de hecho. Culturalmente, en tanto
permite identificar el Centro Histórico, y lo que este significa en la imagen
colectiva de la ciudad por parte de sus habitantes; socialmente contribuye a su
empatía; y económicamente significa un valor no solo para los propietarios
directos si no también para sus vecinos, tanto cercanos como lejanos.
En
La sagrada Familia se demolió parte del antiguo colegio y se intenta levantar
una torre, pese a que es varios pisos más alta de lo permitido, la que
recientemente pretendieron que fuera “especular”, forrada en vidrio, o sea todo
un engaño; y el Gobierno Municipal aún no ha hecho cumplir las sanciones
respectivas a sus promotores, ni procedido a desmontar la estructura metálica
de dicha torre, como hace meses está obligado a hacerlo. La torre y su uso sin
duda afectarían negativamente el parque de El Peñón, uno de los más sabrosos de
la ciudad, en su disfrute como en su imagen, y por lo tanto también a Los
barrios aledaños y, en consecuencia, al Centro Ampliado de Cali.
En
el edificio de Coltabaco, o Pielroja como se lo conoció años atrás,
equivocadamente se aplicaron normas pensadas para edificios de nueva planta,
ignorando el valor cultural del mismo, y no las existentes para aquellas
construcciones en las que se debe conservar lo más posible lo existente en
ellas dado su carácter histórico, urbano y arquitectónico, y que es el único de
ese tipo (una mezcla entre neo colonial y español californiano) que se conserva
en el Centro Ampliado de Cali, y además en uno de sus lugares más
paradigmáticos, ya que está cerca a la Plaza de Caicedo y al inicio del Paseo
Bolívar; y que fue parte importante de la celebración en 1936 de los 400 años
de fundada la ciudad.
En
San Antonio y otros barrios aledaños, que son de carácter residencial, abundan
los cambios en el uso de sus casas, en tanto viviendas, sin los permisos
requeridos; y sus calles y precarios andenes se han visto invadidos de carros y
motos, ignorando su carácter patrimonial, y que es el único barrio de
arquitectura de tradición colonial que se conserva en Cali, pues de su Centro
Fundacional no queda sino su trazado en damero y su plaza, convertida en
parque, y unos pocos recintos como los conjuntos de La Merced, y San Francisco
y su Torre Mudéjar, pese a unas pocas modificaciones cuando aún no existían en
el país normas para la conservación del patrimonio cultural.
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