Al llamado Centro Ampliado de Cali, espontáneamente una ciudad dentro de la ciudad, desde luego también lo caracterizan las vistas a los diversos paisajes naturales que la rodean y que desde él se pueden apreciar, que no son pocos pero pocos son los que los disfrutan como deberían. Además están sus paisajes urbanos como algunas calles del barrio de San Antonio; y sus plazas y parques, como la de Caicedo (como está en el monumento) y la de San Francisco, y los parques de El Peñón y San Nicolás.
Llegando
al Centro desde el sur por la Cl. 5, después de girar a la izquierda, frente al
Colegio de Santa Librada y cruzar la Cr. 10, aparece al fondo el enorme Cerro
de las Tres Cruces que, aunque maltratado es una de las vistas más
espectaculares que se pueden disfrutar en Cali. Y saliendo por la Cl. 5 hacia
el sur, aparece al frente el provocativo Cerro de la Teta, más adelante el de
la Bandera, y al lado derecho, con suerte y sin nubes, se pueden admirar los
espectaculares Farallones de Cali.
Desde
la Capilla de San Antonio y lo mismo desde el Mirador de Belalcázar, se puede
ver abajo la ciudad, luego el amplio y verde valle del río Cauca y, si no hay
nubes, al fondo la alta cordillera Central, la que también con suerte, pero
temprano, muestra hacia el sur el extenso nevado del Huila; y atrás la Cordillera Occidental, de la que
descienden al atardecer las frescas brisas que vienen del Pacifico, y a lado y
lado están presentes los tres cerros tutelares de Cali.
Subiendo
despacio por la Cr. 4 desde la Cl. 25, como toca hacerlo aunque se vaya en
carro, va apareciendo poco a poco, justo en su eje, el alto Cerro de Cristo
Rey; primero se ve el monumento en su cúspide, luego el cerro y al final la
cordillera Occidental, la que también se aprecia desde las otras calles que cruzan
el Centro desde el valle a la cordillera, si se mira a lo lejos y arriba y no
apenas a los que pasan o están parados mirando a los otros o vendiéndoles de
todo, incluso postales de paisajes.
Bajando
por la Av. de Circunvalación por todo el medio del llamado Parque del
Acueducto, se disfruta de la zona verde más amplia y bella de Cali, ella misma
todo un paisaje natural que, con la colina de San Antonio, complementa el
paisaje urbano de este barrio a sus pies, siendo indesligables así no estén
bien comunicados, y el que habría que vincular con el parque del Mirador de
Belalcázar mediante el ancho paso peatonal ya propuesto sobre dicha avenida, y
con la venta de mazorcas debajo.
Recorriendo
el río Cali por su margen derecha se van descubriendo sucesivos paisajes
urbanos y recordando la historia de Cali, la que precisamente se fundó en la
larga y suficientemente elevada estribación de la cordillera Occidental, a lo
largo del antiguo camino a Buenaventura, al lado de la cual baja y suena
cristalino el río, que por eso antaño lo llamaban “el río de la ciudad”, antes
de desembocar, ya silencioso y más caudaloso, pero sucio y contaminado, al río
Cauca.
Paisajes
que por supuesto hay que considerar igualmente como patrimonio de la ciudad de
Cali, y no apenas los pocos monumentos que le quedan junto con el barrio de San
Antonio, y en consecuencia también tenerlos claramente en cuenta en el Plan de
Ordenamiento Territorial, POT, de su Centro Ampliado, tanto para su plan vial
como en el de usos del suelo y ocupación del espacio, para no bloquear la vista
hacia ellos y por lo contrario resaltarlos, como están insinuados en su escudo.
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